Cuando apareció por primera vez en Star Wars: El Despertar de la Fuerza, BB-8 conquistó al público con su diseño esférico y su personalidad encantadora. Pero detrás de su simpático exterior hay un desafío técnico que ha fascinado a los constructores de droides de todo el mundo: lograr que un droide con cuerpo redondo pueda moverse con fluidez, mantener el equilibrio y girar su cabeza de forma independiente.
El secreto de BB-8 reside en su sistema interno de giroscopios, contrapesos y motores, que permiten que el cuerpo ruede mientras la cabeza se mantiene siempre en posición mediante un ingenioso sistema de imanes y rodillos. Muchos constructores utilizan controladores basados en Arduino o Raspberry Pi para gestionar el movimiento, combinados con módulos de radiofrecuencia para el control remoto y baterías de litio ligeras que proporcionan autonomía sin comprometer la movilidad.
Hoy en día, gracias a la impresión 3D y al acceso a planos comunitarios, es más fácil que nunca fabricar tu propio BB-8 en casa. Desde las piezas internas de aluminio o PLA hasta el revestimiento exterior pintado con los característicos colores naranja y blanco, cada detalle cuenta. Más allá de ser un proyecto técnico apasionante, construir a BB-8 es también una forma de conectar con el legado de Star Wars y formar parte de la creciente comunidad de constructores de droides en todo el mundo.

